Cómo utilizar un jardín
zen
"Con su origen en el Japón medieval, actualmente se
utiliza como auxiliar para equilibrar nuestra energía mediante su contemplación
y también al realizar el rastrillado.
Este Jardín Zen está realizado según proporciones sagradas en múltiplos de
Tres, lo cual, junto con la arena y las piedras, le confiere propiedades
energéticas refinadas.
Al contemplar el Jardín Zen en momentos de ansiedad podemos sumergirnos en otra
realidad en la cual todo está como tiene que estar.
Usted puede utilizar el acto de rastrillar la arena para fijar su
intencionalidad, una herramienta poderosa para CREAR las situaciones que
queremos vivir; o cambiar las que no nos hacen plenos.
Ubique el Jardín Zen en su mesa de luz; escritorio; o en el trabajo, y disfrute
de sus propiedades y tranquila belleza."
Los jardines Zen son pequeños terrenos de arena y rocas que
surgieron en Japón alrededor del siglo VIII, y que se suelen ubicar frente a
las habitaciones de los monjes budistas como un espacio para fomentar la
meditación. Generalmente incluyen un rastrillo, para dibujar símbolos en la
arena a la hora de la introspección espiritual.
Hoy en día pueden encontrarse todo tipo de modelos a escala de estos jardines
Zen para tener en nuestros hogares
Podemos meditar frente a nuestras pantallas con este jardín
Zen virtual, en el que basta con hacer click sobre el pequeño rastrillo para
arrastrarlo sobre la arena y liberar nuestra mente. Este es el link
La arena cubre toda la superficie del recipiente como si
fuera un mar en calma.
La ausencia de cualquier riqueza material y su composición,
a base de elementos muy simples, es el perfecto reflejo de la filosofía Zen,
que predica máxima austeridad y sobriedad. Están concebidos para inspirar
vitalidad, serenidad y favorecer la meditación (en sánscrito, Zen significa
meditación).
Para disfrutar de una agradable sensación de paz y
bienestar, hay que respirar profunda y lentamente mientras se rastrilla la
arena dibujando finas líneas, círculos o figuras simétricas. El jardín puede
convertirse en un espacio de cambio permanente donde se pueden añadir o retirar
elementos, recolocar las piedras, alisar determinadas zonas o trazar nuevos
surcos, dejando que nuestro espíritu se exprese libremente. Los dibujos
estimulan la creatividad personal y, en todos los casos, estos exóticos micro
jardines pueden “funcionar” como un sencillo juego antiestrés. Una vez
colocados los diferentes elementos, el jardín es una obra para la
contemplación.
Elementos para un jardin zen
Arena.
Neutraliza los malos pensamientos, las actitudes y emociones negativas, creando
un ambiente de tranquilidad y serenidad. Un espacio de arena perfectamente
alisado representa la inmensidad del mar. Los surcos pueden simbolizar los
diferentes caminos que emprendemos en la vida.
Piedras.
Representan los obstáculos o las experiencias de la vida. Las que son
irregulares y asimétricas contienen una mayor carga de energía. En la filosofía
Zen nada pasa por casualidad y todo tiene una causa y un efecto. En un plano
físico, representan las montañas.
Cristales de cuarzo.
Pueden recibir, almacenar y transmitir energías positivas y generan armonía. Su
transparencia está relacionada con valores como la sencillez, la humildad y la
modestia.
Conchas o caracoles.
Nos ponen en contacto con el mar y nos recuerdan su presencia. Representan la
tranquilidad y la paz que se percibe ante la presencia de un mar en calma y el
rumor constante de sus aguas.
Velas.
Ayudan en muchos procesos de meditación creando ambientes que propician el
relajamiento. Sirven para iluminar el jardín con una luz sedante y natural.
Dentro del jardín pueden colocarse pequeñas velas redondas y aromáticas. Si son
alargadas es más conveniente situarlas fuera de él.
APORTA
La Calma
El vuelo de nuestra mente
La Conexión con nuestra alma
El encuentro con nuestro ser más secreto
El Jardín Zen representa el camino de la vida, representa
el universo y está concebido para inspirar vitalidad y serenidad.
el jardin zen contine
*segun la filosofía zen, los jardines tiene q ser multiplos
de 3
* madera negra
* arena símil blanca
* piedras
* velas
* rastrillo
LA BELLEZA DE UN JARDIN ZEN ES INVISIBLE porque solo se
revela cuando observamos en silencio meditando en nuestro ser interior, la
reilación que cada objeto tiene, las figuras que se van formando, los elementos
que se integran en este momento la mente cesa de estar limitada, comienza la
búsqueda de el entendimiento, captamos el complemento oculto, disipamos los
velos del ensueño, abrimos la puerta a la imaginación, dejando que los objetos
de la naturaleza nos revelen lo que queremos expresar.
El Jardín Zen le permite descansar a nuestra mente,
concentrarla en un solo punto, tranquilizar la ansiedad la angustia y los
medios, podemos cambiar su forma infinidad de veces retirando las rocas,
alisando la arena, colocando nuevamente todos los elementos y trazando los
surcos que representan nuevas oportunidades, para continuar en nuestro sendero,
resulta muy ameno, cautivante, relajante, resulta ser una herramienta de
terapia mental, al mismo tiempo que es una expresión profunda de nuestro ser
interior, nos da la oportunidad de renovarnos conociendo cada experiencia por
la cual hemos pasado,
EL JARDIN ZEN ES UN REFLEJO DE NUESTRO JARDIN INTERIOR EN
LA BUSQUEDA DE LA IMAGEN DEL EQUILIBRIO LA ARMONIA Y LA PAZ INTERNA.
Artículos en la Web.
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