miércoles, 31 de agosto de 2011

SANAR TUS VIDAS ANTERIORES CON HO OPONOPONO

Pasa

domingo, 28 de agosto de 2011

Cómo ocurre una Cura?


Cura con consciencia


Una cura completa ocurre cuando, ya sea de forma consciente o inconsciente, se libera de nosotros aquello que está obstruyendo nuestra propia capacidad curativa. Muchas veces no importa tanto el remedio que escojamos para sanarnos, sino que lo que más importa es la intención que tengamos de sanarnos y de considerar y “ver” algo en nosotros mismos que desconocíamos o no comprendíamos.La salud de nuestro cuerpo no es cosa de suerte. 


Como hemos dicho, es el resultado de una serie de hábitos y actitudes. Y así como el alimento forma parte esencial de una curación y los hábitos de vida como el descanso, el buen respirar, etc. son parte fundamental de la curación, también lo que sentimos influye poderosamente en nuestro cuerpo. 
El cuerpo refleja, entre otras cosas, lo que nos conmueve y emociona, y la forma en la que reaccionamos ante lo que nos sucede diariamente. 


Así que si queremos un cuerpo realmente fuerte y curado, necesitaríamos considerar la forma y la perspectiva con la que estamos viviendo, pues ese puede ser el punto clave para lograr una curación efectiva, profunda e incluso rápida o hasta milagrosa.

Considerar esto es considerar la parte más sublime del ser humano: su ser espiritual.Además de elegir un tratamiento para tu curación, una dieta adecuada y ciertos hábitos de vida, te recomendamos seguir esta guía curativa-emocional que te ayudará a sanarte profundamente.


¿Cómo sanar desde el Corazón?En realidad es muy sencillo. Se trata de hacer un poco de consciencia en la forma en la que se está viviendo. Muchas veces no se nota, pero se está viviendo con mucha tensión, presión, prisas, descontento, etc. 
Muchas personas se han acostumbrado a vivir bajo presión, miedo, ira, o ansiedad e incertidumbre, todo esto influye de forma poderosa en la salud, pues bloquea el buen funcionamiento de los sistemas y órganos.
Si te encuentras enfermo o enferma y deseas curarte en verdad, aprovecha este momento y conviértelo en un momento de introspección profunda el cual te ayudara a curarte y a que tu cuerpo en verdad se vuelva más resistente y fuerte.
Algunas preguntas y recomendaciones clave para hacer consciencia y sanar desde el corazón:Mira lo que haces con más profundidad y pregúntate si estás enfermo:


¿Realmente disfruto lo que hago diariamente?
¿Estoy trabajando con miedo o tensión?
¿Invierto mi tiempo en lo que realmente quiero?
Y si no, ¿en qué me gustaría realmente invertir mi tiempo?
¿Por qué no lo hago?
¿Estoy trabajando con un sentimiento de competencia?
¿Me exijo demasiado?
Complacer o rescatar a los demás:También debes considerar estas preguntas:   ¿Estoy tratando de quedar bien con algo o con alguien?
¿Me siento forzado a decir lo que no siento o a ser lo que no soy?
¿Quiero rescatar a alguien o ser “el bueno” de la película, olvidándome de mi    mismo?


Estas son otras preguntas claves:
a) ¿Qué es lo más importante en mi vida?
b) ¿Realmente estoy dedicando mi vida a lo que quiero?
c) ¿Estoy encaprichado en que alguien me de lo que necesito y quiero?
d) ¿Le exijo constantemente a las personas como deben ser, según mi punto de vista?
e) ¿Qué es lo que me falta para hacerme feliz?
f) ¿Realmente quiero ser feliz o quiero que los otros me hagan sentir feliz?
g) ¿Me critico demasiado?
h) ¿Cómo me hablo a mí mismo?
i) ¿Permito que los demás me traten de formas indignas o poco respetuosas?


Usa tu tiempo con sabiduría.


Todas estas preguntas te pueden ayudar a reorganizar y orientar tu tiempo y dedicación hacia lo que realmente quieres. Quizá te des cuenta de que quizá sería conveniente llenar tu vida con nuevas ideas y nuevas formas de reaccionar; quizás darte más tiempo libre para ti y para realizar lo que realmente deseas


Puede ser que hayas visto la forma severa en que te hablas o tratas o estás permitiendo que alguien te trate como no te gusta sólo porque tienes miedo a cambiar o seguir otro rumbo. También puede que consideres el ritmo con el que has vivido y qué tanto has nutrido tu parte espiritual, lo cual consiste principalmente en aprender a ser feliz y a sentirte libre y creativo. Vivir con prisas, acelerado, tenso, con resistencia, etc. te exenta del disfrute y gozo de lo que realmente haces. Y esto no te llevará sino a enfermarte tarde o temprano.
Estar dispuesto al cambio. Considerar lo anterior es comenzar a tener disposición para un cambio mucho más placentero en tu vida. 


El primer paso es darse cuenta de qué es lo que te está provocando resistencia, disgusto o ganas de no querer “estar en el día”. Luego, debes empezar a reorientar poco a poco tus actividades hacia lo que realmente quieres o sientes que quieres ser o hacer.
El simple hecho de querer reorientar tu vida hacia lo que quieres comienza a despertar una energía en ti que activa la fuerza curativa en tu cuerpo. 
Es como decirle al cuerpo con total convicción: ¡ahora sí quiero estar aquí!


¿Perdonar sana?En realidad sí y es un paso importante para sanar. Pero sólo si comprendes que es realmente perdonar. Perdonar no es una acción forzada. Perdonar es un estado de comprensión. Significa, a grandes rasgos, que te has dado cuenta de que nadie en esta vida sabrá hacerte feliz, porque unos no saben ni cómo serlo y otros están muy ocupados en sus propios dolores o carencias, o simplemente porque nadie tiene la obligación de hacerte feliz. 


Así que ser feliz es tu responsabilidad.Cuando entiendes en verdad esto, entonces podrás notar que nadie te debe nada porque todos han hecho, dentro de sus posibilidades, lo mejor que han podido. Estar enfocado en que alguien debió ser de determinada forma o culpar a tus padres porque no te criaron de la forma adecuada no tiene ningún sentido cuando en verdad quieres sanarte. Ningún padre sabe cómo criar exactamente a un hijo, ni las personas que te rodean saben cómo querer o relacionarse de forma armónica porque no lo han entendido en ellas mismas. 


Así que empieza por ti; enfoca tu energía en encontrar lo que amas y te complace, y verás como poco a poco el rencor sale de tu corazón.No te desesperes mientras te curasSi en verdad has puesto empeño a tu tratamiento y has considerado y hasta empezado una nueva forma de ver y vivir la vida, y no ves cambios en tu salud, no te desesperes. Piensa que tu cuerpo tomará el tiempo que sea necesario para restaurarse, pero no pierdas de vista que te estás curando, pues si sanas tu corazón y tu vida, tu cuerpo sin duda sanará.Sé persistente y no dejes de enfocarte en lo que quieres lograr y en lo que amas, no pierdas de vista la imagen del hombre o mujer en que quieres convertirte.


Si eres paciente contigo mismo y te empeñas en sanarte considerando todo lo que eres, tanto en tu aspecto físico como en el mental y el espiritual, la curación sin duda se dará.
Publicado en la web

lunes, 22 de agosto de 2011

Palabras De Gandhi


Palabras De Gandhi

Recuerda... Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la Verdad.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser. 
Que es más fácil reaccionar que pensar. Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos... poder hacer. 
Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias. 
Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás. Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla. 
Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente. 
Que las personas honestas tienen más éxito al paso del tiempo. Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor. 
Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir. 
Que todos somos responsables de nuestros actos. 
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo. Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento. 
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles. 
Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido. 
Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es AHORA.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
 Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí. Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida. 
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.
Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, que tal si me cree? 
Que es más importante que me perdone a mi mismo a que otros me perdonen. Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando. 
Que la violencia atrae más violencia.
Que decir una verdad a medias es peor que una mentira. Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad. 
Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado. 
Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia. 
Que los políticos hablan igual en todos los idiomas. 
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
Que al final de la vida me doy cuenta que las únicas cosas que valieron la pena son: Dios, mi familia, un grupo muy selecto de amigos y unas experiencias que me dieron crecimiento personal. Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias. Hagamos cosas ordinarias, extraordinariamente bien.
"Si alguna vez no te dan una sonrisa esperada, se generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreír"
Mahatma Gandhi-

lunes, 15 de agosto de 2011

Los Mandalas


Los Mandalas: breve iniciación.

Separador
ManinaMaze_8Mandala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad. Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. También se le define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado.
Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia. En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Jung solía interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente, en esta actividad descubrió la relación que éstos tenían con su centro y a partir de allí elaboró una teoría sobre la estructura de la psique humana.
Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.
Los mandalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación. Consiste en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos.
Estas figuras pueden ser creadas en forma bidimensional o tridimensional. Por ejemplo, en la India hay un gran número de templos realizados en forma de mandalas. Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría.
Según la Psicología, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial. Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas.
El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación o el dibujo de éstos. En el primer caso, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor. El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.
En el segundo caso, puedes dibujar mandalas o colorearlas. Se recomienda que si estás vinculándote con estas imágenes, comiences por pintarlas. Para ello, escoge un modelo que te inspire, selecciona los instrumentos (colores, marcadores, acuarelas, por ejemplo), y luego instálate en un sitio tranquilo. Puedes colocar música si lo deseas y comienza tu trabajo. Hay técnicas variadas, todo dependerá del tu estado de ánimo y de lo que el mandala que desees pintar te transmita. Si crees que necesitas ayuda para exteriorizar tus emociones, puedes colorearlas de adentro hacia fuera; si por el contrario, quieres buscar tu centro, píntalas de afuera hacia adentro.
Este es un trabajo que puede hacer cualquier persona, sin importar su edad o religión. Es una práctica sencilla que redundará en beneficios personales y en la consecución del equilibrio interno.
Beneficios de dibujar o pintar mandalas
1) Comienzo de un trabajo de meditación activa.
2) Contacto con tu esencia.
3) Te expresarás mejor con el mundo exterior.
4) Ayuda a expandir tu conciencia.
5) Desarrollo de la paciencia.
6) Despertar de los sentidos. Es probable que comiences a ver lo que está a tu alrededor con otros ojos.
7) Empiezas a escuchar la voz de tu intuición.
8) Te aceptarás y te querrás más.
9) Te curarás física y psíquicamente.
Formas y sus significados
Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Conocé algunos de los más utilizados:
• Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
• Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
• Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
• Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
• Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
• Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
• Hexágono: unión de los contrarios.
• Laberinto: implica la búsqueda del propio centro.
• Mariposa: auto renovación del alma. Transformación y muerte.
• Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
• Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
• Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro).
¿Qué quieren decir los colores?
El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial. Su uso está relacionado con el estado de ánimo de quien los pinta o dibuja. Descubre lo que esconde cada tonalidad:
• Blanco: nada, pureza, iluminación, perfección.
• Negro: muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
• Gris: neutralidad, sabiduría, renovación.
• Rojo: masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
• Azul: tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
• Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.
• Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
• Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
• Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
• Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
• Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
• Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
• Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.
Por Magdalena Puñales*
–Visto en: El-Amarna
http://hermandadblanca.org/


El modo de Obrar de un Trabajador de la Luz


                   El modo de Obrar de un Trabajador de la Luz 


Ustedes a menudo se preguntan de qué se trata realmente el trabajo de luz. ¿Qué significa esparcir luz u ofrecer sanación a otras personas? Esa es la pregunta que me gustaría tratar hoy. Primero que todo, necesitamos echar una mirada más cercana a la relación entre las personas cuando uno está ayudando a otro. Quisiera señalar que algo extraño sucede con la distinción entre salud y enfermedad, o entre entero y quebrado, como se usa en vuestra sociedad. Cuando ustedes van al doctor porque tienen un problema médico, ustedes son una “persona enferma en necesidad de tratamiento”. Se supone que los doctores saben algo que ustedes no saben. Ellos son los expertos y ustedes fácilmente llegan a sentir que vuestra salud está en sus manos. 
No es muy diferente cuando sufren de problemas mentales o emocionales. Si las personas ven a un terapeuta, psicólogo o sanador, ellos silenciosamente presuponen que estos expertos tienen algún conocimiento o habilidad superior lo cual puede ayudarlos a resolver sus asuntos. Por el mismo modo en la que la relación entre paciente y doctor o cliente y terapeuta es definida, algo sucede en la propia percepción de ambas partes involucradas.

Al enmarcar esta relación en términos de uno teniendo más conocimiento y perspicacia que el otro, se sugiere que el cliente necesita al terapeuta/sanador/doctor para recibir algo que ellos mismos carecen y que no pueden darse a sí mismos. Se asume que el terapeuta está sano y entero, y ofrece luz y sanación al que está enfermo/o quebrado. Desde este punto de vista, el terapeuta o sanador está delante del paciente, y está en posesión de algo que ellos entregan al que está careciendo de este conocimiento o habilidad.

Desde una perspectiva espiritual, este punto de vista es falso y distorsionado. Esto ya mismo los hace comenzar con el pie equivocado. Sin embargo está profundamente engranado en vuestra sociedad, tanto en el cuidado de la salud física como mental. Fíjense cuán fácil es sentirse más pequeño que la persona a la que están visitando por un consejo médico o espiritual. Ustedes son los que tienen el problema; ellos son los que tienen la solución. Es una trampa tan común para las personas que diariamente ayudan a otros identificarse mucho con su rol de asistente, que ellos no pueden soltar ese rol. Ellos se definen a sí mismos con eso y esto los vuelve dependientes de sus clientes o pacientes, tanto como para la otra parte. El cliente puede sentir que necesita al asistente para curarse o sanarse, pero el asistente necesita al cliente también para sostener su imagen de ser el asistente: la persona inteligente y más grande que desea compartir sus logros con el que está en necesidad. Es fácil ahora que surjan relaciones desequilibradas, las cuales se centran en torno al poder y la dependencia.

El trabajo de luz es algo muy diferente. Para comprender de qué se trata realmente el trabajo de luz o la sanación espiritual, ustedes necesitan liberarse de la imagen tradicional de “terapeuta ayudando al cliente” o “doctor curando al paciente”. Ustedes necesitan soltar la verdadera idea de que ayudar tiene que ver con dar algo a algún otro. La verdadera idea de que la otra persona está careciendo de algo es perjudicial para su proceso de sanación. La verdad es que el único modo de ayudar a alguien es volverlos a ellos conscientes de su propio poder y habilidad para sanarse a ellos mismos. Es la marca de un buen maestro que ellos se hacen pequeños en lugar de grandes. 
Los verdaderos maestros los invitan a recuperar vuestro poder interior y ellos no compran la sugerencia de que ustedes son pequeños, necesitados y dependientes de alguien más. Los verdaderos maestros nunca se presentan como autoridades. Es algo tonto hacer eso. 
El verdadero don de un sanador es volver a la otra persona consciente de su propia autoridad interior, el hecho de que ellos son una chispa de Dios y que tienen disponible todo el conocimiento que necesitan.

La verdadera sanación es muy simple. No requiere métodos o conocimientos elaborados. Aquí estoy hablando de sanación para el alma. Por supuesto que los problemas físicos pueden necesitar ser atendidos por un experto médico que tiene habilidades y conocimientos muy específicos. Sin embargo la sanación que afecta al alma es muy simple. Si ustedes van al centro raíz de los problemas mentales así también como físicos en las personas, de algún modo encontrarán la creencia de que ellos se sienten ineficaces, indignos, desagradables, solos y fracasados.

La causa raíz es que esas personas se sienten desconectadas de su verdadero ser, la chispa de luz divina que ellos realmente son. Ofrecer sanación a las personas es abrir su recuerdo del Hogar, recordarles su perfecta belleza, fuerza e inocencia.

¿Cómo hacen esto? Primero, no hay métodos o remedios establecidos. No es un procedimiento mecánico. Es una transmisión energética que puede ocurrir de muchas formas diferentes. Volveré a hablar de esto. Segundo, nadie sana a menos que ellos decidan abrirse a la sanación. Ustedes no pueden forzar la sanación sobre nadie. Es decisión de ellos. De hecho, la sanación tiene algo de milagroso: es el nacimiento de una nueva conciencia en el alma. Es su creación y no puede predecirse de antemano. 
En la vida de cada uno hay momentos en los cuales ustedes enfrentan la elección entre la luz y la oscuridad. La oscuridad representa rendirse al juicio y al odio hacia uno mismo, a los pensamientos negativos y al miedo. La luz representa abrirse a la bondad, al perdón, a la alegría y a la abundancia que es verdaderamente la marca de la divinidad.
Es tarea de ustedes elegir. Incluso si el ángel más bello los está llamando para que liberen el pasado y entren al reino de Dios, significando que se funden otra vez con la chispa de Luz que son, es tarea de ustedes decidir. Si ustedes aún están inmersos en imágenes profundamente negativas de ustedes mismos o de otras personas, si están en la esclavitud del miedo y de la ira, ustedes incluso no notarán al ángel.
En verdad, el ángel de la sanación siempre está cerca de ustedes. Es vuestro ser verdadero o superior, vuestra divinidad tratando de hacerles recordar quiénes son. A veces, en vuestras vidas, ustedes se encuentran con personas que por un tiempo juegan el rol de ángel sanador. Ellos pueden incluso no ser conscientes de ello, pero ellos les recuerdan a ustedes quiénes son realmente. Mientras ellos los escuchan o les hablan, de repente una chispa del ustedes real entra en vuestra conciencia y ustedes se sienten alegres e inspirados luego de haber estado con ellos. 
Esto los puede inspirar a elegir por la luz, a tomar decisiones en vuestra vida que sirven a vuestro ser superior, vuestra verdadera pasión y amor por la vida. La presencia del ángel puede actuar como un recordatorio, y puede ser la clave para cambiar vuestra vida, pero incluso entonces, es vuestra decisión confiar y dar el salto hacia la fe. ¡Sólo ustedes pueden hacer que suceda el milagro!

Ustedes pueden haber encontrado ángeles de sanación en vuestra vida y probablemente en varias ocasiones hayan sido un ángel de sanación para otros, incluso si no se dieron cuenta. Lo que quiero resaltar aquí es que de esto se trata el trabajo de luz. No tiene que ver con curar o componer a las personas, no se trata de ofrecer soluciones o sus problemas. No se trata de enseñarles ciertas habilidades o conocimiento o normas éticas. Todas estas acciones presuponen que a ellos les está faltando algo, que ellos son pequeños e indefensos. La sanación espiritual da vuelta esta imagen. Lo que ustedes le ofrecen a alguien más si quieren ofrecer sanación espiritual es realmente un cambio de percepción. En lugar de enfocarse en sus problemas, en sus asuntos y en sus sentimientos de incapacidad, ustedes se enfocan en su esencia, en su totalidad, en su radiante belleza.

Si hay algo que dar por parte del sanador espiritual, es el don de la verdadera visión. Si ustedes son capaces de mirar más allá del dolor, de la ira, del miedo y del comportamiento autodestructivo de alguien, y ven el ángel de luz en su rostro, ustedes le ofrecen algo muy precioso. Al mirar su verdadera esencia, ustedes dulcemente la están invitando y la están llamando a que se haga presente. Percibir el verdadero poder y la luz interior de alguien más, incluso si no se muestran en la superficie, es como llamar a alguien por su verdadero nombre. Nada es tan poderoso como ser llamado por tu verdadero nombre.

Lo que yo hice cuando realicé los así llamados milagros de sanación en mi vida en la Tierra como Jesús, fue que entré en contacto con la esencia divina de alguien. Al ver y sentir la chispa de lo divino en alguien, se volvió consciente y fue su esencia divina la que realizó la sanación, no yo. Fue su propia remembranza lo que recuperó en ellos la salud mental e incluso física. Esos encuentros no siempre daban como resultado la sanación, porque siempre dependería de si la otra persona decidía abrirse a la sanación. El milagro estaba en ellos, y es importante recordar esto siempre que ustedes trabajen con personas con el propósito de la sanación espiritual.

Toda la sanación espiritual viene desde adentro. Como un trabajador de la luz ustedes no están sanando a nadie. Ustedes están creando el espacio de apertura, de estar sin juzgar, lo cual invita a la otra persona a mirarse con apertura y compasión. En lugar de tratar de resolver algún problema por fuera, ustedes se están conectando con el alma de la otra persona y están sosteniendo para ellos una visión de confianza y claridad. Este es el modo de obrar del trabajador de la luz. Ustedes están intentando devolverle a la otra persona su grandeza, en lugar de enfocarse en su pequeñez. Trabajar con alguien a nivel del alma significa que ustedes le muestran su responsabilidad por su propia vida. Debido a que ustedes hacen esto amorosamente y sin juzgar, esta responsabilidad no se sentirá como una carga. Se sentirá habilitante y liberador tomar responsabilidad. Al creer realmente en los poderes creativos de la otra persona, ustedes le reflejan su propia fuerza a través de vuestros ojos y palabras. Al enfocarse en lo que es completo e inmaculado en ellos, ustedes lo refuerzan.

Sólo pueden hacerlo así si ustedes realmente lo creen. Si en algún nivel ustedes dudan de que ellos puedan hacerlo, ustedes afirman su sensación de debilidad en lugar de invocar su fuerza. Son más poderosos como sanadores si ustedes confían completamente en la habilidad de la otra persona para resolver los problemas y liberar cualquier idea que ellos tengan de ser dependientes de ustedes. Muchos de ustedes sienten que devolver la responsabilidad a la gente de esta manera significa abandonarlos o decirles que resuelvan el asunto ellos mismos. Sin embargo, soltar todas las ataduras de dependencia no significa que ustedes ya no están ahí para ellos. Ustedes aún están ahí, sosteniendo su fe en su verdadera fuerza y poder interior, alentándolos a ir más allá de sus limitaciones autoimpuestas y ser todo lo que ellos pueden ser. Será elección de ellos qué hacer con el espacio de sanación que ustedes ofrecen.

Yo sé que muchos de ustedes pasan por un mal momento cuando ven sufrir a otras personas, especialmente si son seres queridos. Puede parecer imposible parar de “ayudarlos”, soltar y poner vuestra energía en otro lugar. Pero, por favor tómense un momento y consideren si realmente los están ayudando al mantenerse agarrados. Si ellos son dependientes de vuestra energía de bondad y apoyo para sentirse bien, ¿cómo harán para enfrentar su propia falta de bondad y apoyo hacia ellos mismos? A nivel del alma ustedes podrían estar reforzando su debilidad en lugar de despertar su verdadero poder interior. Esto los afecta negativamente a ambos.

Ser un trabajador de la luz o un sanador espiritual significa que ustedes buscan conectarse con alguien de alma a alma. A nivel del alma todos los seres son iguales y ninguno está por delante de algún otro. Todos ustedes son chispas del ser divino que ustedes llaman Dios. A nivel humano podría parecer que una persona es más inteligente, evolucionada o sabia que otra persona. Sin embargo, si ustedes lo observan desde la perspectiva del alma esta clase de juicio se vuelve obsoleto. Todas las almas están viajando a través del universo infinito y pasan por varios ciclos de experiencia y desarrollo. Podría ser que ustedes estén ayudando a alguien que está sufriendo un severo desequilibrio emocional debido a circunstancias muy difíciles que ellos encontraron en sus vidas. En este momento ustedes pueden ser el que ofrece asistencia. Pero más tarde, una vez que el que sufre ha recuperado su fuerza, ellos pueden volverse su maestro y mostrarles una profundidad de sabiduría y compasión que los deje asombrados.

Para ofrecer sanación espiritual o ser un trabajador de la luz es importante recordar siempre que a nivel del alma son iguales a la otra persona. Es esencial que ustedes reconozcan vuestra propia calidad de humano y que realmente están en el mismo bote que la otra persona. Pueden estar sosteniendo un espacio de luz y compasión para alguien, pero eso no los hace a ustedes diferentes de ellos, en el sentido de “ser superior” o “estar por encima” de ellos. No se identifiquen con ser un trabajador de la luz. Si se sienten atraídos a ayudar a las personas a descubrir su verdadero poder interior, sigan vuestra pasión y hagan lo que aman hacer. El trabajo de luz puede tomar toda clase de forma; ciertamente que no está limitado al ofrecimiento de terapia. Generalmente, si ustedes hacen lo que realmente aman hacer verán que inspiran a otros a hacer lo mismo. Ser uno con la chispa de Dios que está en vuestro corazón naturalmente los conducirá al tipo de trabajo, o relación, o lugar donde vivir adecuado. Vivir desde el corazón es realmente muy simple. Se trata de conectarse con vuestro deseo del corazón, con vuestra verdadera alegría, y de atreverse a actuar de acuerdo a ello. Hacer esto los hará un trabajador de la luz y no necesariamente porque están “ayudando a otras personas”. Es porque ustedes están trayendo al mundo vuestra canción original del alma que inspirarán a otras personas a que también crean en ellos mismos y a que saquen a relucir lo mejor de ellos. La luz naturalmente irradia hacia afuera. Ustedes no tienen que enfocarse en la pregunta de cómo esparcir luz en el mundo. No traten de ser buenos y útiles. Traten de vivir de acuerdo a vuestra propia naturaleza original y divina, y el mundo será un mejor lugar debido a eso.




© Pamela Kribbe 2011


martes, 2 de agosto de 2011

"SANACION Y DESPEJAMIENTOS DURADEROS DEL AURA"

El aura es el campo de energía que se irradia alrededor del cuerpo. Está creado
por la producción de energía de los chakras; cada uno de ellos contribuye a
la sanación y el mantenimiento del campo áurico. Cuando los chakras
están mínimamente abiertos y/o dañados, el aura puede mostrarse gris y débil.
Por otro lado, si gozas de buena salud y estás razonablemente abierto a
tus emociones, tendrás unos cha­kras más activos y abiertos y un aura más
fuerte, vibrante y resistente.
Si tienes el aura contraída, se extenderá a sólo una distancia de 35 cm
de tu cuerpo. Si tienes un aura de­masiado extendida, puede expandirse en un
radio de unos 17 hasta 600 metros. Ninguno de estos tipos de aura es el ideal.
Un aura contraída tiende a hacer sentir tensa a la persona, con miedo, separada. Este tipo de sentimientos también pueden ser la causa de este tipo de aura.
Un aura extendida en exceso puede desembocar en escapismo, dispersión
y tendencia a absorber aquellos pensamientos, emociones y dolor ajenos que
se encuentren en el área que cubre. Un aura demasiado extendida puede
ser también el resultado de los mismos sentimientos y situaciones que tiende
a causar. En otras palabras, la causa de un aura poco sana tiende a regenerar
las mismas condiciones que la han causado.
El objetivo es conseguir un aura ovoide y distribuida uniformemente
encima, debajo, detrás, delante y a los lados del cuerpo. Con la práctica he
llegado a la conclusión de que el radio de aura más manejable mide de 60 a
90 cm en cada dirección, sobre todo en público. Cuando estoy en un entorno
natural, permito concientemente que mi aura se expanda incluyendo
bosques, lagos y arroyos a mi alrededor. Así se intensifica mi sentimiento
de conexión con Dios/Diosa/Todo lo que Es a través de la Creación. Me siento
en comunión con las plantas, el agua y los es­píritus de la naturaleza, me
calma y sana mi sistema nervioso. Sin embargo, cuando paso directamente
de la naturaleza a la ciudad o a otras zonas pobladas, siempre vuelvo a retraer
el aura a unos 60 o 90 cm a mi alrededor. Cuando se me olvida, no tardo en
darme cuenta. Percibo gratuitamente la vida de otras personas, a veces incluso
su dolor. Así que no suelo tardar en acordarme.
En mi propia casa, si no estoy con amigos o clientes, dejo que mi campo áurico
se expanda hasta donde sea có­modo. También mantengo la casa muy
despejada psíquica­mente para sentirme bien en ella.
A continuación sigue el proceso para despejar y sanar el aura:
1. Conéctate a la tierra según la técnica anterior.
2. Con los ojos cerrados siente el área alrededor del cuerpo. Para empezar,
haz que la respiración llegue hasta unos 35 cm de tu campo áurico utilizando
tu intención. Al respirar dentro del área siente si tu aura está contraída y
espesa, débil y disipada o vibrante y blanda.
3. Mediante la respiración y la visualización (escu­chando un mensaje, utilizando
la intuición) observa hasta dónde se extiende el aura en dirección frontal.
4. Observa el ancho de tu aura a ambos lados.
5. Ahora mira y siente el aura sobre la cabeza y bajo los pies.
Compara las dos áreas.
6. Utiliza la respiración, los sentimientos, la visión y cualquier otra forma que
te sea natural para identificar el espacio que abarca el aura por detrás.
¿Cómo está en relación con la parte frontal?
7. Ahora que ya conoces algo más sobre la naturaleza del aura ajústala para
que rellene exactamente un radio de unos 60 a 90 cm en forma de huevo.
Utiliza la respiración, la visión y una intención despejada. Al principio
pueden resultarte útiles las manos para abarcar físicamente el
espacio alrededor del cuerpo y tirar o empujar el aura cuanto desees.
Para la mayoría, ajustar el aura significa retraerla y definir los contornos.
Los demás necesitarán empujarla para que llene el espacio.
Si eres principiante, puede que te resulte un problema pasar el aura por
debajo de los pies. En ese caso, la práctica y la persistencia son los
mejores antídotos.
8. Observa cualquier cambio de sentimientos, sensa­ciones físicas y
conciencia que traiga el ajuste del campo energético a tu alrededor.
9. Ahora visualiza una lluvia de luz líquida de oro que cae y atraviesa el aura.
Deja que la primera vez caiga de 2 a 5 minutos por lo menos.
Nota lo maravilloso que es. (Ver ilustración de la página siguiente.)
10. Después visualiza un fuego gigante color violeta del tamaño
del aura. Extiéndelo por toda el aura, también bajo los pies. No destruirá nada,
la llama violeta simple mente transmuta las energías de baja frecuencia
en energías de mayor frecuencia, lo que constituye una forma más natural
de ser. Mantente dentro del fuego sólo de 1 a 2 minutos si es tu
primera experiencia con el fuego violeta. Esta técnica te hará sentir más
calor y energía. Si utilizas demasiado el fuego violeta, puedes sentirte
abrumado por la combustión de antiguas energías etéricas. Así que al
principio, tómatelo con moderación; experimentando hasta encontrar tu nivel.
11. Cuando hayas concluido, elimina el fuego violeta y abre los ojos.
         
FIGURA 2: Lluvia de luz de oro limpiando el aura
La mayoría de los que meditan dicen sentirse más ligeros, más
frescos, psíquicamente más limpios y más brillantes al visualizar la lluvia
por primera vez. Es una manera simple pero efectiva de despejar
cualquier energía o desecho extraño que hayas recogido. También es
buena para deshacerse de energías liberadas de tu cuerpo durante
una meditación o sanación.
La primera vez que utilicé estas técnicas, usé la res­piración, las sensaciones,
la visión y la intención para ha­cerlo real y tan efectivo como fuera
posible. Puedes expe­rimentar para descubrir qué métodos te son más afines.
A continuación hablaré de la protección del aura. Sin embargo, antes de
seguir quiero dejar claro que estas téc­nicas no están de ninguna
manera enfocadas en crear un sentimiento de rechazo o temor hacia
las personas o el mundo. Desde luego, no intentan disuadirte de intimar
con otras personas. Sólo pretenden ayudarte a elegir lo que dejes entrar
en tu campo áurico y lo que no. Si tu problema es que
absorbes indiscriminadamente la energía que flota alrededor te puedes pasar
la vida literalmente abrumado, emocionalmente desequilibrado, confundido,
con sensación de inutilidad. Lo sé porque he sido una de las peores
esponjas psíquicas que he conocido. Si estaba cerca de una persona con
dolor de espalda, puedes estar seguro de que también me pasaba a mí.
Cuando realizaba una sanación por imposición de manos o simplemente abrazaba a un amigo, el otro se sentía mejor y yo solía sentirme peor.
Lo puedes llamar «el síndrome de vertedero humano». Aprender a establecer los límites cambió lite­ralmente mi vida.
En recompensa por haber aprendido a establecer mis límites, ahora
disfruto intimando y compartiendo mi vida con amigos y seres queridos.
Las siguientes técnicas intentan hacer que sepas cuáles son los
límites saludables aprendiendo a elegir lo que permites entrar en tu cuerpo
y campo áurico. Una de las mejores maneras que yo he encontrado es e
xtender el aura aproximadamente un metro en todas direcciones. Luego
rodea el aura de luz de diferentes colores según las nece­sidades de
protección de ese momento.
Después de atraer el aura y bañarla con una lluvia de oro, rodea toda
su superficie de una capa de 3 a 6 cm de luz solar dorada. Esto hace que sane
y se refuerce continuamente, puesto que el oro penetra en los orificios del
aura y ella misma tiende así por naturaleza a sanarse.
El siguiente paso depende de lo que sientas. Si te sien­tes vulnerable o
más inseguro de lo normal, puedes añadir una capa azul añil a la parte
externa de la luz dorada. El sobrenombre del tono concreto que buscas es
«azul certeza» o azul auténtico. Este color irradia una sensación de con­fianza
y seguridad, lo que tiende por naturaleza a repeler «rateros psíquicos».
Con él también te sentirás más seguro de ti mismo para estar alerta y
mirar el mundo a través de este color para el borde del aura.
Cuando no estés en casa o tengas visitas -sobre todo si recibes clientes-
es bueno mantener una capa de luz violeta en la parte más externa del
aura. Existen varias razones para ello; primero, como ya he dicho, la luz
violeta transmuta las energías a sus frecuencias naturales supe­riores.
Si estás trabajando con un cliente que de pronto libera una gran cantidad
de ira reprimida, la luz violeta transmutará esa ira e impedirá que entre y
dañe de alguna forma tu campo áurico. Segundo, la luz violeta repele
los parásitos astrales. Éstos son entes etéricos que se alimentan de dolor
y emociones reprimidas. Hasta que despejes tu campo de energía de
cualquier caldo de cultivo y ali­mentación de estos parásitos, es sensato
dejarlos fuera. Una vez despejes hasta cierto punto los cuerpos de energía
sutil y tu alma, chakras y Yo Superior empiecen a irradiar luz,
repelerán naturalmente a estos entes y energías de baja frecuencia.
Hasta entonces, estas herramientas de tratamiento de límites te serán
de mucha ayuda. ¿Por qué perder tiempo de meditación y de vida en
general proce­sando y despejando lo que ni siquiera nos pertenece?
El uso de herramientas de tratamiento de límites es un ejemplo práctico
de gracia.
Se recomienda incluir siempre la conexión a la tierra en la meditación
de la mañana, crear la esfera áurica y visualizar sus límites teñidos con
colores como los que acabamos de ver. Si no tienes tiempo o no sientes
la necesidad de pasar por las fases de lluvia o fuego violeta, puedes
saltártelas. Los tres pasos restantes son lo esencial en cuanto a límites y,
una vez acostumbrado a ellos, te ocuparán muy poco tiempo.
Publicado en Luz en tu sendero.