CONCIENCIA
Cada vez que nos encontramos en modo reactivo, usualmente
percibimos nuestras emociones reactivas. Pero para transformar nuestra
reactividad, tenemos que ver el pensamiento que la causa.
De la misma forma en la que un árbol tiene cuatro niveles básicos de manifestación (semilla, tronco, ramas y frutos) nosotros atravesamos cuatro niveles en nuestra realidad. La semilla corresponde a la conciencia, esa voz de bajo perfil; el tronco corresponde a los sentimientos y las emociones; las ramas corresponden a las acciones; y los frutos representan nuestra realidad.
Aunque tratemos de apagar nuestras emociones reactivas, si no cambiamos nuestra conciencia al detener esos pensamientos, a nivel de la semilla, entonces no estamos cambiando realmente nuestra naturaleza reactiva.
Yehuda Berg
De la misma forma en la que un árbol tiene cuatro niveles básicos de manifestación (semilla, tronco, ramas y frutos) nosotros atravesamos cuatro niveles en nuestra realidad. La semilla corresponde a la conciencia, esa voz de bajo perfil; el tronco corresponde a los sentimientos y las emociones; las ramas corresponden a las acciones; y los frutos representan nuestra realidad.
Aunque tratemos de apagar nuestras emociones reactivas, si no cambiamos nuestra conciencia al detener esos pensamientos, a nivel de la semilla, entonces no estamos cambiando realmente nuestra naturaleza reactiva.
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